miércoles, 4 de marzo de 2009

EL TEMOR A HABLAR ANTE UN PUBLICO

¡Qué cosas tan simpáticas de la vida!, yo sin buscarlo lo encontré, sin pedirlo llegó, un gran ser humano me invitó ayer a una charla sobre como “vencer sus miedos”, donde un humanista islandés hablaba y explicaba en palabras muy sencillas y maravillosas sobre este tema tan atrayente y desconocido para muchos.


En una oportunidad poder liberarme, lograr reconocer este temor que siempre me ha perseguido en todos estos años de mi vida hasta el día de hoy, que siempre asocié este miedo con mi limitación auditiva, ahora puedo decir tranquilamente rodeada de dolor y furia, acceder a este miedo y comprender el más allá de las palabras del humanista que me decía: “tienes temor a ser rechazada”, no cabía en mi mente entender la palabra rechazo, - ¿porqué el término rechazo? -, porque recordé que desde mi infancia me aislaron de la sociedad, siempre me sentí rechazada ante la sociedad, solo el amor grande de mi madre hacia mí, creyendo hacer lo correcto en mi vida, aún hace años he perdonado a mi madre, y todavía me pregunto - ¿si la he perdonado de corazón y he olvidado el pasado?- , este pasado no lo he relegado, regresaron las imágenes que nunca quise volver a recordar porque me lastiman.



En una ocasión mi madre me preguntó si la había perdonado, yo le decía que sí, hoy me doy cuenta que no, me dolió recordar estos tiempos, lloré sin compasión, me llené de furia y rabia, al momento me relajé, coloque música para aquietar mi mente, y hablar con mi otro yo: “aclamándole: que la amaba incondicionalmente, que debía perdonar a mi mamá por las condiciones de vida y el amor que me dio, y me he superado suficientemente para llegar a donde soy en esta vida como un gran ser humano lleno de amor y libertad”.



No obstante debo afrontar esto, he sanado mis heridas, he dicho a mi madre con confianza y seguridad total que la he perdonado de corazón y comprenderé que todo lo que ha de sucederme ahora y mañana es porque lo he deseado para tomar mis propias decisiones, y desafiar en una ocasión poder hablar ante un público con serenidad, seguridad y fortaleza y seguirlo haciendo para el resto de mi vida y aseguraré que estaré muy feliz.

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